Noviembre 28, 2024

¡NO A LA AMENAZA Y EL LOBBY NUCLEAR EN CHILE!

Inmersa en la religión del desarrollo de la técnica, la engreída Humanidad se arroga la dominación y domesticación definitiva de la Naturaleza. Sin embargo, durante la instantánea a la que corresponde su existencia en relación a la escala temporal del Universo, ella tan sólo ha asistido a un ínfimo episodio de la constante evolución de la Tierra y difícilmente sería capaz de sospechar lo que tal pretensión realmente implica.

 

 Esta tremenda soberbia y una ambición ilimitada han sido fundamentales para lograr imponer el crecimiento económico como la meta sagrada del quehacer humano. En el paradigma del sinsentido, donde más=mejor y crecer equivale a progresar, la consecución de este objetivo ha determinado el curso capitalista de la Historia.

En el caso de Chile, la necesidad de aumentar la generación eléctrica se ha convertido en una premisa indiscutida para alcanzar el anhelado status de país desarrollado. Sumidos en un terco empecinamiento, no somos ya capaces de advertir la falacia en las palabras de quienes afirman que “si queremos crecer y superar la pobreza, necesitamos energía”.

¿Acaso no resulta ridículo que, irónicamente, los estragos del capitalismo pretendan ser combatidos con métodos del propio capitalismo?

Respecto a este falso dilema, como Colectivo VientoSur insistimos en que, en primer lugar, nuestra misión como ciudadanos constituye en definir el proyecto de país que deseamos construir y, desde esa perspectiva, determinar cuáles son las verdaderas necesidades que queremos satisfacer. Sólo así lograremos esclarecer la demanda real de electricidad en Chile. En segundo lugar, establecemos la necesidad de un debate informado desde las bases para decidir la forma en que pretendemos abastecer la demanda energética, en particular de electricidad, que nos imponga dicho proyecto de país.

En el actual desenfreno neoliberal, la doctrina ciega del crecimiento afirma que en Chile “sería un error no avanzar hacia la energía nuclear”. Esta falsa solución a una falsa necesidad, aparte de haber demostrado claramente ser insustentable, contaminante en su ciclo de vida y generadora de desechos altamente tóxicos, tampoco otorga ni autonomía energética ni seguridad para la población de las naciones que la utilizan, contrariamente a lo que generalmente se afirma para promoverla.

En particular, este último aspecto de la seguridad ha cobrado especial relevancia después del reciente terremoto de Japón: súbitamente, el enfrentamiento a escenarios que previamente pertenecían exclusivamente al campo de las especulaciones, ha venido a constatar nuestra subestimación de la Naturaleza. E incluso así, desde la reflexión sobre la pequeñez humana, este evento, aunque devastador para nuestra especie, tan sólo será uno más en el registro de la intrincada historia geológica.

A la luz de lo anterior, repudiamos la irresponsabilidad de quienes desestiman los riesgos, ahora aún más evidentes, de emprender una aventura nuclear en Chile u otro país. Enfatizamos que, incluso desde su conservadurismo, los gobiernos de los países que han liderado el desarrollo nuclear en el mundo reconocen la necesidad de aprender de las experiencias históricas. En este sentido, cabe destacar que, por ejemplo, Alemania ya ha dado una clara señal, clausurando sus centrales más antiguas.

De la misma forma, rechazamos las declaraciones del Ministro de Energía, que llaman a “no armar polémica de algo que no existe”, mientras simultáneamente el Gobierno firma acuerdos internacionales con Francia y EEUU para consolidar un plan nuclear en Chile, insistiendo en el paradigma del sinsentido. Además comprendemos que el avance del discurso nuclear es también respuesta al fuerte lobby empresarial que podría hacer de la incursión nuclear chilena un gigantesco negocio, a costa de nuestra seguridad. Justamente porque se debe discutir de forma incluyente y en perspectiva sobre el país que queremos y sobre cómo lo construiremos, apoyamos la difusión transparente de la información y la promoción del debate popular.

Por todo lo anterior,

¡¡Convocamos a un debate ciudadano para la construcción de un proyecto país y la administración de nuestra energía de manera comunitaria!!

¡¡Respaldamos las fuentes de energía renovable no convencionales, en un modelo de generación distribuida, dimensionado de acuerdo a las necesidades reales de la población!!

 

 

COLECTIVO VIENTOSUR



 

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