Noviembre 27, 2024

“¿Quién merece ser pillo(nario)?”

ryssellberghe

ryssellbergheEl programa de televisión animado por Sergio Lagos pretende favorecer a chilenos o chilenas ejemplares, que luchan contra un aciago destino.

 

 

 

 

Hace casi un año, los principales candidatos a ganar los suculentos premios que ofrecía este programa  pertenecía a la fenecida Concertación: eran los “operadores políticos” y los democratacristianos y socialistas que durante veinte años succionaron la abundante “teta” del Estado, razón por la cual, el pueblo les dio una tremenda y merecida patada en el trasero.

 

En la actualidad, esta maldición de la corrupción, tan propia de nuestra democracia tutelada pasó, de los operadores de la Concertación a aquellos del partido fascista UDI; hay que reconocer que, en menos de un año, el grupete de operadores liderados por la intendenta Van Rysselberghe supera, de lejos, a aquel de Camilo Escalona e Ignacio Walker. La UDI y la intendenta tienen una forma especial de tratar a los pobres como si estos fueran una especie de “inquilinos de su fundo”, su empleada doméstica o su chofer.

 

El que se haya descubierto los videos que acusan a la intendenta de ofrecer, desfachatadamente, programas habitacionales de ayuda, destinado específicamente a los damnificados del terremoto de febrero 27, a pobladores cuyas casas no habían sufrido ningún daño, no sólo es una mentira sino que daña, gravemente, la fe pública; aun cuando aún no se haya comprobado ningún delito, no cabe duda de que una autoridad que incita a los ciudadanos a burlar la  norma no puede seguir detentando un cargo público.

 

El populismo de la derecha, en búsqueda de votantes que le permita mantenerse vigente, no tiene limitación ética. Como decía un embajador norteamericano, “siempre andan en el límite de la  legalidad” algo así ha ocurrido con el presidente de la UDI, Juan Antonio Coloma, que defiende a la intendenta con uñas y dientes, bajo el falaz argumento de la conducta de Van Rysselberghe es “una metida de pata”, movida por su “enorme amor a los pobres”, que sólo tiene parangón con Santa Teresa de Calcuta. Según Coloma, poco importan los medios con tal de que la UDI siga aglutinando rebaños, a fin de convertirse en un partido popular, pero que funciona en base a promesas engañosas y trasgrediendo las normas al servicio del objetivo político – en caso de Concepción, consiste en quebrar el doblaje concertacionista-.

 

Ante la ineficiencia y el peligro del “empate inmoral” por parte de la Concertación, al menos el Senador Alejandro Navarro ha tenido el valor de destapar la olla de corrupción que, en menos de un año, ha aparecido en la derecha. Es evidente que tanto la Concertación, como la Alianza actúan de forma similar: ambos conglomerados tienen como principal objetivo asaltar el botín del Estado, a favor de operadores políticos que, en el caso de la derecha, están al servicio de un popularismo que no es muy diferente al que empleaba la Falange de José Antonio Primo de Rivera y, en la actualidad, el Partido Popular español, el Uribismo colombiano e, incluso, el fujimorismo, en Perú, para no recurrir a Nicolas Sarkozi o a Silvio Berlusconi.

 

El presidente Sebastián Piñera se encuentra en una encrucijada, pues lo lógico, si quiere salvar su gobierno, sería despedir a la intendenta – haciendo caso omiso de las presiones de la UDI, partido que cuenta con la mayoría en la Cámara de Diputados, y constituye la base de su apoyo político – o dejarse dominar por Coloma convirtiéndose así en un esclavo de la derecha populista y arrastrar el síndrome de dirigir un gobierno corrupto que, al fin y al cabo, siempre el electorado chileno termina por rechazarlo.

 

La derecha siempre ha sido individualista y, por consiguiente, incapaz de sostener posiciones coherentes y unitarias. El affaire Rysselberghe está provocando un “Rififi” tanto en el gobierno, como en la UDI: la ministra de Vivienda, Magdalena Matte, amenaza con investigar a fondo las posibles acciones dolosas y condena, como es de suponer la desatinada conducta de la intendenta. Evelyn Matthei ataca a la directiva de su partido, acusando a Coloma de proteger a una en desmedro de la otra – un verdadero “mechoneo” entre mujeres furibundas. Por otra parte, el ministro del Interior, cual Pilatos, se lava las manos diciendo “el país sabe que tengo que tomar una decisión dura,  lo hago sin temor”.

 

En resumen, el gobierno de derecha parece estar ganando en el concurso “quién quiere ser Pillo (nario), lo que constituye una verdadera hazaña si consideramos los veinte años de marasmo concertacionista; ahora, no se extrañen, pues en México, después de muchos de decenios de corrupción del PRI, ahora, en sólo doce años ha sido aventajado por la derecha, cuyo alcohólico presidente Calderón, denunciado por la periodista Carmen Aristegui, sólo se atreve a censurar a la Prensa y ha convertido a México en un Estado inviable.

 

Rafael Luís Gumucio Rivas

13/02/11

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