Noviembre 28, 2024

El Mediterráneo en revoluciones electrónicas

mubarak

 mubarakHace poco teníamos al pueblo griego en las calles  cercanas a los palacetes marmóreos que dicen formaron parte de la cultura occidental.

 

 

 

 

   Italia asistiendo a la pudrición del César de las comunicaciones y la cosa se pone Felliniana.

   De pronto estalla el leve cuerno de Túnez al mandarín mal torero y termina con la familia en las faldas de los monarcas sauditas.

   Y de paso los Jordanos le piden al Rey que saque al gobierno y de pronto aparece el Faraón Mubarak en la tele diciendo que destituía a su propio gobierno.

   Vuelve el histórico Mediterráneo a corcovear sus aguas y sus hombres. Mientras en el sur de África la delicada salud de Mandela parece clamar desde la muerte cercana, a la cordura contra los caraduras.

   Lo de Egipto sucede mientras las letras van apareciendo en las ciudades prohibidas de Internet.

El demacrado Faraón lee mal el inglés y el traductor para no subirle la taquicardia, traduce pésimamente las cuasi instrucciones de Barak.

   En la Plaza de la Liberación se juntaron los policías y el pueblo para despachar a los británicos a sus museos isleños y a ver la reina de Africa en 4D.

         La mitad de la población del fértil Nilo vive al tres y al cuatro, con los nervios destrozados por las cuotas y los carraspeos de los funcionarios que parecen importados del PRI mexicano.

    El faraón Mubarak apaga Internet. Busca un lugar a donde irse pero insiste en que sea el mediterráneo.

   Su intervención en vivo le sirvió a la gente para descansar y tomar café y comer algo y ver por la tele como destituía a su propio gobierno.

   El submarino eléctrico llegó a las costas de Jordania y las gentes le piden al Rey que no quiere +al gobierno. En Yemen están preocupados cosa de cruzar el canal de Suez.

Los Israelitas en alerta máxima. César Obama no para de telefonear asesores para intentar algo. El emperador chino le dice que están alertas.

Suben los muertos y los detenidos y se mezclan las uvas de la ira con los gases y el fuego y otra vez el dolor y la esperanza.

Queremos comer un par de veces al día. Queremos educar a nuestros hijos. Queremos vivir mejor. En paz la mitad del Mediterráneo alza su marea humana. La llamada cuna blanca se revuelca en tempestad interna.

 Todavía resuena el bombardeo a Gaza.

    Se resquebraja un orden limitado al poder y al dinero y es el Mediterráneo y Punta Arenas, los puertos de esta incertidumbre o los ríos que les lleven a la lúcida Paz.

 

Jordi Lloret

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