Enero 2, 2025

Piñera se quiere pasar de listo

tatan

tatanQue nadie se engañe creyendo que el liderazgo del presidente está débil, nada de eso, está tan fuerte, que el egocéntrico entró en una fase superior de abuso de confianza, fase que demanda de  cierta sutileza de la que evidentemente carece, y que jamás, pese a los denodados esfuerzos familiares, nunca llegó a cultivar.

 

 

 

 

Por esa razón es que a la DC , partido que tan bien conoce desde chico, la tiene literalmente para la “patá y el combo”, por eso es que está engolosinado creyendo que es un maestro de la ingeniería política, porque alardea con que hace pocos días tuvo al PDC en la cuerda floja, porque tuvo nada menos que al “marqués” comiendo de su mano. Le ofreció la embajada en Italia, y este la aceptó.

 

 

Caco Latorre impuso la calma, no se leyó la renuncia de Valdés en la última Junta del partido, había que ganar tiempo, todavía se podía evitar la debacle.

 

–         Aló, habla Latorre, quiero hablar con don Gabriel –

–         hola, habla Juan Gabriel, ¿llamaí por la carta de renuncia del papá?, sabís que ha sido imposible convencerlo de que se retracte de esa locura, todos hemos hecho el intento, pero él está empecinado en irse a Roma. –

–         Escúchame, quiero conversar personalmente con él, por qué no me conseguís una entrevista para el lunes en la mañana –

 

La noche del domingo a Juan Carlitos le costo conciliar el sueño, él, el boy scout ejemplar no podía fallar. Debía conseguir a toda costa la retractación del tata Valdés.

 

Un abrazo fraternal y culposo después de abrirle la puerta. Los esperaba un  café italiano con tostadas, galletitas y mermeladas. Dispara el tata rompiendo el hielo.

 

–         Mira Caco, sabís perfectamente que estoy hasta la coronilla con las mariconadas del Patricio, lo he aguantado estoicamente durante estos últimos años. De la Soledad ni te hablo, ha ido mucho más lejos de lo aceptable, el Gute, Eduardito… sabís, me tienen la próstata hinchada, estoy viejo, quiero irme a Roma, quiero manejar personalmente la beatificación de mi pariente allá en el Vaticano, no me güevís, creo que tengo derecho a ser feliz. –

–         (Caco se ha quedado mudo, no sabe que decir, tanta es su angustia, que rompe en llanto, su llanto va seguido de suspiros y sollozos, no puede parar la serie, ahora es un mar de lágrimas que cae sobre el impecable mantel. Caco es un niño que flota a la deriva entre lágrimas.) — Don Gabriel, usted no nos puede hacer esto – alcanza a balbucear entre sollozos, y rompe en desconsolador llanto.

 

El anciano se incorpora como despertando de un soñado sueño erótico, está de golpe en la realidad, acomoda la cabeza del niño en su regazo, y con voz estertórea le pregunta:

–         ¿La estoy cagando?-

–         Sí puh mi viejito, no la podís cagar ahora, estamos en la cuerera, viejito lindo, retira la renuncia, ¿ya?-

–         Hazla tira nomás Caquito, son pruebas que me envía Dios. A mí es el quien debieran canonizar, yo soy el más hombrecito de todos, el que siempre se sacrifica, la nobleza la tengo en el ADN, dispongan una vez más de mí.

(una interminable lágrima cae desde su párpado de cónsul romano, luego levanta a Latorre, lo arma y lo abraza. Se despiden.)

 

Sebastián se queda con los crespos hechos, quería dar un golpe a la cátedra con la adquisición de Valdés, a Ravinet ya lo tenía sentenciado por gil, lo tenía para el contenedor de envases desechables, destino de todos los traidores que ya cumplieron con la misión para que fueron contratados.

 

Sin embargo le molesta que le encaren las encuestas, él tiene solución para todo. ¡Qué entren la Evelyn y el Andrés ¡ adelante, pero a ministerios distantes. Al Longueira ni cagando, ni de portero lo quiero.

 

Al Lawrence para apagar incendios, se trata de tener de ministros a 5 lebreles presidenciales que se pelean una liebre mecánica. Yo no comprendo cómo es que siguen dividiendo entre derechas e izquierdas, cuando estamos en el mundo de las oportunidades.

 

Yo puedo ser Jorge Alessandri que pateó a liberales y conservadores y terminó gobernando con los radicales, Yo puedo ser Eduardo Frei Montalva que siguió el camino propio, puedo ser Allende si me apuran, y no les quepa duda que puedo llegar a ser Pinochet si se empecinan en objetar el “estado de derecho”, cada ley que se apruebe, será ley de la república, ese es mi objetivo, que se haga ley la utopía liberal, ya veremos como transformamos esa utopía en realidad.

 

 

Felipe Salvatierra

 

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